Tras el inicio de la pandemia en 2019 y el inminente confinamiento era complicado quedar para realizar sesiones de fotos, la inseguridad, el desconocimiento, la histeria y el miedo generalizado había paralizado el mundo.
Para seguir dibujando desnudos decidí pedir que me mandasen fotografías, con una sola condición:
Tenían que ser selfis.
No me servían fotografías hechas por otros profesionales o por algún conocido o familiar de la modelo, tenía que tomársela ella misma.
Así surgió el proyecto Selfie, que a día de hoy sigue abierto y aún contacto con chicas para poder dibujarlas.